Siete mil ulemas (estudiosos del Corán) de Marruecos rechazan en un mensaje colectivo el proselitismo cristiano en su país y lo equiparan incluso con una "violación moral" y con el "terrorismo religioso" cuando "intenta desviar a los niños marroquíes de su fe".
El texto colectivo difundido este fin de semana es el último episodio de la campaña emprendida por las autoridades de Rabat contra los cristianos extranjeros afincados en Marruecos a los que acusan de proselitismo y de intentar quebrantar la fe de los musulmanes, un delito recogido en el código penal marroquí.
A lo largo del mes de marzo unos 70 cristianos han sido forzados a marcharse del país, según calculan las diferentes iglesias, pero el Ministerio del Interior marroquí sólo reconoció la expulsión de 16 que regentaban un pequeño orfanato en Ain Leuh, en la cordillera del Atlas.
Los cristianos víctimas de la decisión de Interior son todos protestantes excepto un franciscano que residía en Larache. Es el primer católico jamás expulsado del norte de Marruecos, según el arzobispado de Tánger que niega además que hiciese proselitismo. Atendía a la pequeña comunidad de extranjeros católicos en esa ciudad.
El mensaje de los ulemas expresa "el apoyo total y el gran orgullo" de los que lo suscriben ante "las decisiones históricas pertinentes tomadas por los poderes públicos para abortar el plan hipócrita de un grupo de cristianos proselitistas". Su actuación con los niños, prosigue, constituye "una violación moral, una forma de terrorismo religioso y equivale al secuestro de pequeños inocentes".
"Estas decisiones firmes", concluye el comunicado, "tranquilizan sobre el futuro confesional de la nacional protegida por la Divina Providencia y sobre la que vela Su Majestad Mohamed VI, Comendador de los Creyentes, como defensor de la fe (...)". El texto de los estudiosos del islam fue difundido por su máximo órgano jerárquico, el Consejo Superior Ulemas que preside el propio monarca.
Los arzobispados de Rabat y Tánger, el nuncio apostólico en Rabat y la representación oficial de las iglesias protestantes en Marruecos han pedido explicaciones a las autoridades sobre la oleada de las expulsiones, pero hasta ahora no las han obtenido. Algunos marroquíes convertidos al cristianismo han sido víctimas en marzo, según aseguran, del acoso policial.
Al menos dos gobiernos, el de EE UU y el los Países Bajos, han criticado las medidas de tomadas por las autoridades de Marruecos, pero no así el español que actualmente preside la Unión Europea. El grueso de las expulsiones se llevaron, sin embargo, a cabo durante el primer fin de semana de marzo cuando se celebraba en Granada la primera cumbre entre Marruecos y la UE impulsada por España.
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