Chacón desaloja el gimnasio del Ministerio para su uso personal
La ministra quería hacer deporte y se quedó con el gimnasio del Ministerio para ella sola. Su equipo se presentó en las instalaciones y las hizo desalojar para que Carmen Chacón pudiera hacer ejercicio.
La ministra que no acude a la entrega de despachos de los guardiamarinas en un día tan señalado para la Armada, como el del Carmen, utiliza las instalaciones de Defensa para practicar aquello de ‘mens sana in corpore sano’.
Lo cuenta hispanidad. com, que recuerda el caso de la mujer del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa, que obligó a la Guardia Civil a desalojar una piscina para su uso personal. Pues bien, la semana pasada la ministra de Defensa, Carme Chacón, repitió la misma escena.
La noticia no ha sentado nada bien en el Ministerio de Defensa, añade hispanidad.com. Por supuesto, todos los que se encontraban presentes desalojaron el gimnasio en primer tiempo de saludo.
Pero las cantinas hablan -quizás- más de lo que deben. Se quejan del estilo chulesco de la ministra, que si no se quiere mezclar con el resto, que si quiere separar ahora por sexos “en plan Alianza de Civilizaciones”, que si no habíamos quedado en que todos éramos iguales. Y lindezas de este estilo. Y la verdad, tienen razón.
Porque, ¿no puede la ministra compartir gimnasio? se pregunta hispanidad.com, ¿es que se le ha subido el cargo a la cabeza?, ¿quizás le disgusta el ambiente castrense?
La ministra que no acude a la entrega de despachos de los guardiamarinas en un día tan señalado para la Armada, como el del Carmen, utiliza las instalaciones de Defensa para practicar aquello de ‘mens sana in corpore sano’.
Lo cuenta hispanidad. com, que recuerda el caso de la mujer del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa, que obligó a la Guardia Civil a desalojar una piscina para su uso personal. Pues bien, la semana pasada la ministra de Defensa, Carme Chacón, repitió la misma escena.
La noticia no ha sentado nada bien en el Ministerio de Defensa, añade hispanidad.com. Por supuesto, todos los que se encontraban presentes desalojaron el gimnasio en primer tiempo de saludo.
Pero las cantinas hablan -quizás- más de lo que deben. Se quejan del estilo chulesco de la ministra, que si no se quiere mezclar con el resto, que si quiere separar ahora por sexos “en plan Alianza de Civilizaciones”, que si no habíamos quedado en que todos éramos iguales. Y lindezas de este estilo. Y la verdad, tienen razón.
Porque, ¿no puede la ministra compartir gimnasio? se pregunta hispanidad.com, ¿es que se le ha subido el cargo a la cabeza?, ¿quizás le disgusta el ambiente castrense?
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