La ministra de Defensa, la Marina Armada y él
QUERIDOS SERES marinoterrestresvoladores/as: no quiero encasillarme en lo militar; disfruto más con otras teóricas porque de lo castrense me lo sé casi todo. Lo que pasa es que cuando se insiste tanto en patinar, obligado es contestar. Máxime, si cuando acier-tas en tus críticas por la coherencia en lo que escribes y a los pocos días, ¡zas!, explota el torpedo, francamente uno se siente no contento, pero sí reconfortado.
Por eso, aunque extrañamente no haya sido muy difundido en prensa (?) yo les cuento brevemente lo que fuentes bien informadas me han dicho. Parece ser que hubo un rifirrafe entre Defensa y la mismísima Zarzuela con el resultado que doña Carmen no acudiera a la Escuela Naval Militar (Marín, Pontevedra).
Y es que la recién estrenada ministra en el acto de fin de curso, que coincide con la patrona, Virgen del Carmen, quiso suspender la misa en la mencionada academia, crisol de la Marina española.
Sin darse cuenta la novata -pero ya permutadora de demasiadas cosas- de que, aunque se alejaron, apartaron y aniquilaron bastantes tradiciones militares desde la llegada de los ministros Bono y Alonso, la "Salve Marinera" interpretada por los Caballeros Cadetes, pasa a ser un acto tan relevante como el de la loa cantada "La muerte no es el final", en el homenaje que se hace a los muertos en cualquier otra parada militar.
Echando marcha atrás, con motivo de su nombramiento -que a mí me sorprendió negativamente- con fecha 29/04/08 escribí dos artículos, a manera de carta, titulados "El salto al vacío, el perfil y la finalidad", de los que les destaco estos premonitorios párrafos: "¿No fue consultado ningún alto mando militar o director general para ver si en el entorno de Defensa había alguna otra mujer con currículum más "ad hoc"?
¿Era este el perfil más idóneo, si a él añadimos que la nueva jefa no ha demostrado un acendrado amor a España, que su respeto a la bandera nacional está por debajo del de la senyera, que se declara eco-pacifista y que fue esta joven, camiseta en ristre, la que mostró, todos somos Rubianes?". Y casualmente añadía: "Pero… ¿cómo se va a entender seria y eficazmente una joven siniestra e inexperta de 37 abriles con diestros generales y almirantes que casi le doblan la edad?".
Para que no me vuelvan a reprochar que critico "mujer/catalana/embarazada" -cosa totalmente falsa- les recuerdo que con mucha más antelación les dirigí sendos artículos a los señores Bono y Alonso, a la sazón ministros de Defensa. Al uno, por desterrar costumbres y tradiciones de las FAS, y al otro por dedicarse más a tumbar esta-tuas del general Franco, como la de la Academia General Militar (Zaragoza), en vez de preocuparse de los verdaderos problemas de nuestro Ejército.
Para que no me digan también que no acuso al principal culpable e iniciador de estos desagradables e innecesarios roces, el presidente de todos los españoles, paisanos y militares, les traslado este párrafo que le dirigí con motivo de la designación de la ministra:"¿Qué se propone el intrépido Zapatero con esta Idea de Maniobra y cuál su Finalidad? Este golpe de mano terrestre, misil aéreo o torpedo submarino en la línea de flotación de las Fuerzas Armadas es de tal desconsideración que raya en el insulto, iba a decir provocativo; pero aquí, parece ser, no se provoca nadie".
En este sentido, para que tampoco me digan que sólo critico a los paisanos y paisanas, les traigo estas otras líneas que precisamente repetí en las cartas anteriormente citadas, es decir, doble ración, y que decían así: "Por eso, a los problemas de la decisión del presidente y de la aceptación de la paisana, añado otro más grave: el que un gran porcentaje de los altos mandos militares hayan confundido, ¡una vez más!, la disciplina y la lealtad, con la sumisión y la obediencia incondicionales".
Y así, con estos antecedentes de tragaderas cívicomilitaresgubernamentales es fácil deducir, estupefactos lectores, que de aquellos lodos "blancopacifistas" nos vengan estos barros verde oliva. Pero, hete aquí que, pasando del caqui al azul marino, el que en un acto de los marinos españoles se haya intentado arrasar su tradición; su Salve Ma-rinera, que, mire usted por dónde, está dentro de la Eucaristía de la Santa Madre Iglesia, tengo que advertirle, señora ministra: ¡con la Armada hemos topado!
Ilmo. señor capitán de navío, director de la Escuela Naval Militar, enhorabuena por su rápida gestión; Excmo. Sr. AJEMA, felicidades por dejar hacer, y Excma. señora ministra, a sus pies.
Atentamente, éste, que lo es…
* Francisco Pallero Clavijo.
Coronel de Infantería
PD. Terminando el artículo, me dicen la composición de la nueva cúpula militar. Al entender que la ministra acaba de aterrizar, amerizar y que todavía está en el aire, es fácil deducir que la designación haya venido directamente de Él. ¡Ni Franco, oye!
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